domingo, 15 de noviembre de 2009
Cansado del anonimato de los cuatrocientos fósforos Patito, decidí agarrar uno, llamarlo con el nombre de Maxi, y enseñarle que no debe sacrificar su vida ante una cosa tan insignificante como una hornalla, Maxi, vos estás para grandes cosas, por ejemplo, el tanque de nafta de aquél Renault 6 que está estacionado, o el bigote del mariachi de ahí de la esquina, incluso, si te portas bien, podes llegar a quemar una cajita llena de cartas, entradas de recitales y plumas, y quién te dice, antes de que tu corta vida se termine puedas conocer el amor de una bellísima fósfora Fragata. Siempre preferiré la vida en sociedad del fósforo por encima del individualismo acérrimo del encendedor.
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